Resiter, cliente y aliado estratégico de Pesco por más de 15 años, tiene visión ser líder en Economía Circular a nivel latinoamericano y así aplicar soluciones tecnológicas ambientales que permitan valorizar residuos y así reducir los volúmenes que se disponen en rellenos sanitarios o depósitos de seguridad.
A lo largo de los años, Resiter ha adquirido a Pesco una amplia gama de equipos que le permiten llevar a cabo sus proyectos, trabajando en la búsqueda de tecnologías que permitan reciclar, reutilizar y revalorizar los residuos, cambiando su condición de “pasivos ambientales a activos ambientales”. Liliana Fernández; Subgerente de Proyectos de Economía Circular y Rodrigo Martínez; su subgerente de abastecimiento nos hablan de la importancia de contar con alta tecnología para enfrentar la nueva ley, como se proyectan al futuro y de que forma Pesco los ha ayudado a estar donde están hoy.
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PESCO como aliado estratégico.
Resiter posee un abanico con diferentes tecnologías para enfrentar su trabajo día a día, entre ellas equipos adquiridos a PESCO como una trituradora Hammel, Contenedores Open top, Recolectores, Hidrolavadoras, e Hidroelevadores aislados.
¿De qué forma Pesco ha aportado en la forma de trabajo?
Pesco ha sido un importante aliado para mejorar nuestros procesos. Gracias a sus equipos y la eficiencia de los contratos, aporta la mayor seguridad y estándar mundial. Para nosotros la labor de Pesco es muy importante en nuestras operaciones y nuestro personal.
¿En qué rubros se encuentran involucrado nuestros equipos y cómo se desempeñan?
Los equipos se encuentran mayoritariamente en el rubro minero. Los equipos que provee Pesco tienen la gran ventaja para operaciones de aseo técnico industrial, como equipos de alto vacío y robot con hidrojet, este último puede ingresar y llegar a lugares que minimizan el riesgo de las personas en la operación.
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Resiter y Ley REP:
¿Cuál es la estrategia para enfrentar la ley REP?
Resiter lleva varios años trabajando en soluciones y nuevos modelos de negocio orientados a gestionar en forma eficiente los residuos de nuestros clientes, con el objetivo de reducir al máximo la cantidad de desechos que son dispuestos en relleno sanitario. En la actualidad, Resiter está presente de manera activa en el ciclo completo de gestión de residuos, desde el origen hasta la valorización de estos, convirtiéndolos en materia prima para nuevos productos. De esta manera, nuestra labor como socio estratégico ambiental juega un rol fundamental para que nuestros clientes puedan enfrentar la ley REP.
¿Cuánto ha impactado la Ley de fomento al Reciclaje o “Ley REP” y qué expectativas tienen para el futuro?
La Ley REP claramente está generando un impacto en las empresas. Partiendo por la obligación de declarar los residuos prioritarios, y así enfrentar este desafío no menor de hacerse cargo de los residuos generados, ya sea durante el proceso de fabricación, como una vez puestos en el mercado. Por lo tanto la valorización de residuos en las grandes industrias es un infaltable dentro de los objetivos de sustentabilidad.
El que hoy las empresas comiencen a RE-pensar el diseño de sus envases, ya sea en envases con menos cantidad plástico, o envases reutilizables/recargables, o algo tan simple como que la materialidad y composición de los envases permita que éstos puedan ser reciclables (no todos los materiales son reciclables), es un gran avance y un impacto tremendamente positivo.
¿Cuál es el papel del sector privado en estas iniciativas legales?
Frente a la ley han nacido una serie de iniciativas público-privadas que apuntan a generar prácticas de reducción, reutilización y reciclaje de residuos al interior de las industrias, no solo apuntando a los residuos definidos como prioritarios por la ley REP, sino que a todos los residuos que se generan, y eso es lo que realmente nos motiva a estar en constante búsqueda de nuevas tecnologías y soluciones que permita valorizar la mayor cantidad de residuos de nuestros clientes.
¿La economía circular es un buen negocio? ¿Sigue siendo más caro comprar materia prima
reciclada?
La economía circular apunta hacia una economía eficiente en el uso de recursos, y eso permitirá que sea un excelente negocio, no solo en lo económico, sino también para el medio ambiente y para la sociedad. Para eso debemos volver al inicio del camino y comenzar a replantearnos el cómo se están haciendo las cosas desde su concepción, con el objetivo de prevenir o minimizar el impacto en el medio ambiente. No hay que olvidar que el residuo se produce por un error de diseño, ya sea del mismo producto o de un proceso (en el caso del residuo industrial).
La estrategia de la economía circular apunta a acciones concretas para prevenir la generación de residuos, como por ejemplo: compras sostenibles; eco-diseño; simbiosis industrial; economía de la funcionalidad; consumo sostenible; extensión de vida útil de los productos; y gestión efectiva de los materiales.
El reciclaje es parte del camino para avanzar hacia una economía circular, es parte de la transición, y en la actualidad el reciclaje es fundamental para evitar que los residuos que se siguen generando por toneladas (debido a la economía lineal), terminen en rellenos sanitarios, o peor aún, en vertederos clandestinos, en las calles, en el océano, generando
un impacto irreparable para el ecosistema. Si en la actualidad la materia prima reciclada es más cara que la materia prima virgen, es en gran medida porque los procesos no están pensados para favorecer el reciclaje de residuos desde el origen del producto, por lo que la “extracción” o “recolección” de esta materia prima reciclada tiene un alto costo.
¿De qué forma se puede incentivar a la comunidad a ser parte de esta “era sustentable”?
Nuestra experiencia nos dice que la comunidad está abierta a participar activamente en iniciativas sustentables, y a hacer las cosas de forma distinta, pero no siempre tiene las herramientas ni los recursos para hacerlo, porque el sistema no está diseñado así. Eso pasa en todas partes, no solo en las casas, sino que también al interior de las industrias.
Cuando uno involucra a la gente, les explica porqué es mejor separar los residuos (no como una obligación o una tarea más a ejecutar), entienden los beneficios del reciclaje para el medio ambiente, los educa, les entrega las herramientas, y ven los resultados de su gestión, la gente comienza a creer en que efectivamente se pueden hacer las cosas distintas. Hay que motivar a la gente, y la única forma de hacerlo, es haciéndolos participes, no solo de la gestión, sino que también de los logros.